Desde mi propia experiencia cuando has adelgazado corriendo una suma cuantiosa de kilos y ya te ves bien deberías considerar apuntarte a un gimnasio.
Llega un punto en que tus brazos llegan a no tener casi nada de fuerza y están tan finos que parecen el tubo del papel de cocina y partes que seguramente han quedado "fofas". Lo mejor es intentar reforzar los brazos en cuanto puedas porque puedes llegar a tener problemas serios en los hombros.
Esto se debe a que hay un punto cuando corres que dejas de quemar grasas y hidratos de carbono y pasas a quemar musculo, los de las piernas al ser los que ejercitas tienden a mantenerse pero los de las otras partes del cuerpo que casi no usas como podrían ser los brazos si no son ejercitados debidamente. Esto ocurre aproximadamente a partir de los 40min de ejercicio, por eso en cursas de larga distancia es importante haber comido o comer hidratos de carbono.
Lo más seguro es que durante esta estada en el gimnasio veas un aumento de peso, si tienes la oportunidad consulta con un nutricionista o un entrenador personal. Lo más probable es que se haga una evaluación de como estás físicamente mediante la medición de la grasa corporal respecto a la masa muscular y de ello saldrá un porcentaje entre otros parámetros.
No te descuides y no dejes de correr.
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